Existía una corriente controlada
hasta que empezaste a leerme tus versos
con una voz limpia, pero cada vez más cargada
mientras sumabas palabras dulces que se convirtieron en susurros.
De pronto se sintió muy cerca
y la fuerza de unas manos livianas y suaves me convocaron a mirarlo
No sé qué pasó con el regulador de voltaje y la conexión a tierra;
Cuando sus pestañas descendiendo invitaron a las mías a abrazar ese primer beso
lento,
profundo
y ardiente.